Resumen de la primera semana del Juicio por Genocidio contra el General (r) Benedicto Lucas García.
El día 5 de abril de 2024, dio inicio el juicio en Debate oral y público en contra del Ex jefe del Estado Mayor General del Ejército de Guatemala, General (r) Manuel Benedicto Lucas García, por su responsabilidad en Genocidio, Delitos Contra Deberes de Humanidad, Desaparición Forzada y Violencia Sexual, en contra de población civil no combatiente de origen maya ixil, entre el 16 de agosto de 1981 y el 23 de marzo de 1982, tiempo en el que dirigió al Ejército de Guatemala, como tercero en el mando y parte del Alto Mando Militar del Gobierno de su hermano Romeo Lucas García.
Este es un caso iniciado por la Asociación para la Justicia y la Reconciliación –AJR- con el apoyo del Equipo Jurídico de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala ODHAG desde el año 2008.
Durante el juicio Benedicto Lucas está siendo acusado por un mínimo de 894 muertes, cometidas en 71 hechos individuales, 21 masacres y 109 casos de muertes por sometimiento de población desplazada a actos de bombardeo, hambre, sed y enfermedades; 42 desapariciones forzadas, saqueo, quema y destrucción de 16 aldeas, así como 16 hechos de violencia sexual en contra de niñas, jóvenes y adultas. Esto como resultado de la implementación de Operaciones Militares, ordenadas, ejecutadas y supervisadas por el acusado tras catalogar a la población maya Ixil como enemigo interno del Estado, reacia a colaborar con el Ejército y base social del movimiento guerrillero.
Entre el 05 y el 12 de abril de 2024, la Unidad de Casos Especiales del Conflicto Armado Interno, del Ministerio Público, presentó los Peritajes Antropológico Forenses correspondientes a las exhumaciones realizadas en la Aldea Pexlá, del municipio de Santa María Nebaj, departamento del Quiché, cometidas por miembros del Ejército de Guatemala entre el 09 de septiembre y el 20 de enero de 1982.
Como parte de la prueba testimonial sobre esos hechos, se presentó a declarar el testigo Juan Brito López, quien narró al tribunal la forma en que elementos del Ejército dieron muerte a su esposa Ana Raymundo Cedillo y a sus hijas Jacinta Brito Raymundo, 7 años de edad, Juana Brito Raymundo, 3 años de edad, Elena Brito Raymundo y María Brito Raymundo, a quienes además de darles muerte los quemaron dentro de su propia casa, al igual que a 66 personas más.
“No entiendo por qué la mataron. Yo estaba en mi casa y pude escapar, pero no mis hijos. Eran como las 6:30 de la mañana cuando llegaron los soldados, no preguntaron nada solo dispararon y me quedé solo…”
De igual forma declaró la señora Lorenza Santiago Raymundo, sobre la muerte de su esposo Jacinto Gómez junto a dos personas más, así como sobre la quema de su casa, sus animales, sus siembras y cosechas a manos de elementos del Ejército de Guatemala en el mes de septiembre de 1981.
La testigo indicó llorando que ella misma recogió el cuerpo de su esposo:
“…Lo puse en mi pecho y toda me manchó de sangre, sangraba mucho, lo fueron a dejar en un hoyo, cuando lo dejaron ahí lo dejaron como que fuera un animal…”
Otras dos mujeres valientes se presentaron ante el tribunal para testificar los horrores vividos a manos de quienes dijeron, tenían la responsabilidad de defenderlas, doña Catarina Chel y doña Jacinta Ceto Terraza quienes también perdieron a sus esposos e hijos en la masacre de Pexlá del 19 y 20 de enero de 1982.
Por su parte doña María Avilés Torres y su hermana Juana Avilés Torres, declararon consecutivamente ante el tribunal la Masacre cometida por elementos del Ejército del Destacamento Militar de San Juan Cotzal y del Chiul, en la Aldea Jaq’ventao, municipio de San Juan Cotzal. En su relato, contaron que su señora madre, doña Catarina Cruz Torres fue violada, asesinada junto a sus seis hijos de entre 7 meses y 9 años de edad y luego quemados dentro de su propia casa el 13 de enero de 1982.
Con lágrimas en los ojos y acompañada por una psicóloga, doña María Avilés recordó:
“mi mamá se quedó con mis 6 hermanos y a ellos también los mataron, eran muchos soldados los que la violaron, la estaban matando, eso hacen los soldados, no les importan las personas sencillas…”
En la misma masacre fueron asesinados el padre y la madre de la testiga Isabel Sajic Toma, junto a sus dos hermanas Teresa y María Sajic de 10 y 12 años de edad respectivamente. Ese día también mataron a su cuñada que estaba a punto de dar a luz a su hijo, así como a su primera hija de tan solo dos años de edad.
El día 10 de abril de 2024 declaró el señor Diego Brito Raymundo sobre la masacre cometida en contra de población civil no combatiente de la Aldea Xecax, municipio de Santa María Nebaj, donde además de masacrar a las personas quemaron las casas, cultivos y cosechas. A don Diego los soldados del Destacamento Militar de Nebaj le arrebataron tres generaciones en una mañana de febrero de 1982, su abuelo Pedro Chávez, su padre Miguel Brito y su hijo Miguel Brito Rivera de tan solo seis meses de edad.
“…Fueron los soldados los que los mataron. Mataron a 46 personas en Xecax, aproximadamente a las 10am. Había mucha balacera y aproximadamente a las 11 empezaron a quemar las casas. Muchos niños, algunos como de 8 años, se quemaron casi todo el cuerpo, solo quedaron algunos pedazos como sus piernitas… Muchos cadáveres ya habían sido comidos por los perros” dijo don Diego ante los jueces.
Don Silverio Hernández US, por su parte, narró entre sollozos como elementos del Ejército de Guatemala destacados en Chajul, asaltaron la aldea Xix en tres ocasiones causando masacres, quema de casas, destrucción de siembras y cosechas y obligando a los pocos sobrevivientes a huir a las montañas donde además fueron perseguidos, bombardeados y sometidos a muertes por hambre y enfermedades que podrían haber sido curadas si se les hubiera permitido asistencia médica.
El testigo declaró sobre la muerte de Alfonso Hernández su señor padre, su señora madre y un tío de nombre Antonio Hernández. También testificó sobre la matanza de muchas personas entre ellas su prima Cristina Hernández a quien dijo, los soldados le “sacaron” del vientre a su bebé con cuchillos.
Por último, don Antonio Toma Velasco, se presentó para describir como fueron asesinados, su padre, su mamá y tres hermanos el 20 de enero en la Masacre cometida en la Aldea Kajixay, del municipio de San Juan Cotzal, a manos de una compañía de soldados del Destacamento Militar de Chiul. El testigo declaró además hechos de violencia sexual masiva cometida por todos los soldados en contra de niñas y señoritas en el mismo hecho.
“…En la casa [donde los encerraron] había dos mujeres jóvenes y fueron sacadas del lugar, las metieron a otro cuarto y las violaron en grupo, como 20 soldados violaron a dos señoritas, María y Magdalena, de aproximadamente 19 años…”
Finalmente se presentó el Perito Arqueólogo Eddy Joaquín, quien ratificó los peritajes de las exhumaciones realizadas por la Fundación de Antropología Forense de Guatemala en la Aldea Pexlá, tras las cuales recuperaron más de 50 osamentas, en su mayoría de mujeres, niñas y niñas las cuales fueron incineradas por las unidades militares que arrasaron la comunidad entre septiembre de 1981 y enero de 1982, que como lo indicó el perito:
“fueron resultado de operaciones militares bien planificadas y ejecutadas estratégicamente para acabar con la población de la aldea por considerarla afín a la guerrilla”.
El juicio apenas está comenzando y ya el tribunal está conociendo la prueba testimonial y pericial. Se espera que declaren casi 150 entre hombres y mujeres.
La semana del 22 al 26 de abril de 2024, el Tribunal escuchará a las víctimas sobrevivientes de violencia sexual y nos toca acompañarlas, respaldarlas y acuerparlas en este acto de valentía y dignidad, que las lleva a romper el silencio sobre lo sucedido y a enfrentar a uno de los responsables del terror y el dolor silenciado durante más de 40 años.
Ellas también vendrán a los tribunales de la ciudad de Guatemala, a buscar justicia.
Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala –ODHAG-
Genocidio Ixil