“Emma iba en un vehículo de color blanco, junto a un hombre, con la cabeza tapada, iban cruzando por la esquina del calvario (en Quetzaltenango) cuando la vi”
Él la conoció entre 1980 y 1981, ambos militaban en la Juventud Patriótica Guatemalteca. Ella era una de las responsables del comité de occidente y a pesar del paso de los años la recuerda bien.
“Emma era una mujer de estatura pequeña, siempre usaba pantalón con acampanados de aquella época. Es una persona de piel morena, pero tiene un rasgo particular en una de las mejías, un lunar”
Por su involucramiento en el partido sabe que antes del 27 de septiembre de 1981, a Emma se le designó viajar a la ciudad capital para asistir a la conmemoración de la fundación del Partido Guatemalteco del Trabajo, PGT.
De esa reunión Emma debía informar a sus compañeros, quienes se alertaron al descubrir que no había regresado. Inmediatamente y en sentido de prevención, montaron una búsqueda sigilosa por las calles de Quetzaltenango. La búsqueda dio resultados, Emma fue vista, desafortunadamente estaba en manos del ejército.
En aquella época era recurrente que mandos subversivos fueran secuestrados por el ejército y torturados con el fin de tener información y capturar a más miembros, secuestrarlos y asesinarlos. Él sabía que podía ser delatado por Emma “Sentí como salir el alma del cuerpo”, relata.
Desde ese día teme por su vida, por ello relató su testimonio pidiendo que no se compartiera su identidad, pues es testigo de cómo entre el 27 de septiembre y el 05 de octubre Emma estuvo bajo el control del ejército de Guatemala.