#Guatemala | «Mi esposo no fue mala gente» cuenta Celestina Cutzal Cutzal, pareja de Timoteo Chuy Chalí, víctima de desaparición forzada durante el Conflicto Armado Interno (CAI). Timoteo dejó en la orfandad a cinco hijos, tenía 28 años cuando fue secuestrado, la última vez que la familia lo vio, salió en busca de leña, dijo a su esposa que volvería pronto…
Celestina cuenta que, para sacar adelante a sus hijos, migró a la Costa Sur y buscó trabajo en las fincas para el corte de café. Enfrentó dificultades económicas con la ausencia de su pareja, llegó a quedarse sin ropa y zapatos. Pasaron 40 años para que él finalmente retornara a su comunidad: Patzaj, ubicada en San Juan Comalapa, municipio del departamento de #Chimaltenango.
Cutzal recibió el 27 de septiembre de 2022 la osamenta de su esposo, el trabajo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) permitió que el análisis de una muestra de ADN, obtenida de los familiares de Timoteo, pudiera ser comparada con las muestras extraídas de las 172 osamentas de las víctimas de la guerra que aguardan ser identificadas en el mausoleo del Paisaje de la Memoria, sitio a cargo de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA).
Este suceso demuestra la eficiencia del laboratorio de la FAFG que trabaja en la extracción y resguardo de miles de víctimas que aguardan ser identificadas para, finalmente que sus osamentas sean entregadas a sus seres queridos y puedan cerrar un proceso de #BúsquedaDePersonasDesaparecidas y recibir un entierro digno. Celestina pide que se imparta justicia en contra de los responsables de la desaparición de su esposo.
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