#Opinión | Maggie García – Noticiero Maya K’at.
La primera escena que vi de Martín hizo que me faltara el aliento, recuerdo cuando las tijeras entraban entre sus cabellos y desgarraban poco a poco el hermoso emblema de la identidad Maya que corre por todo su ser.
Martín es reconocido en su natal San Martín Sacatepéquez, Quetzaltenango, como uno de los artistas que rebasa los límites del género dramático, literario y teatral al llenar en escena todo el espacio en sintonía de sentimientos históricos de una Iximulew que después de 200 años sigue llorando sangre.
Una de sus primeras exposiciones artísticas fue en San Juan Ostuncalco, la cual llevaba la leyenda “La capital del pueblo MAM”, donde abordó temas económicos y políticos que afectan a los pueblos originarios, especialmente los sectores vulnerables, gracias a esta forma de expresión es que nace Martín como el primer artista conceptual en la región Mam.
Al darse a conocer la celebración del Bicentenario ovacionado en su mayoría por los criollos del país, el joven de 20 años ”Artista y líder» del pueblo maya mam; toma la decisión de sacrificar su hermosa y larga cabellera negra ante el impuesto sistema patriarcal, racista, genocida que por años ha manipulado, despojado, asesinado a los pueblos originarios en Guatemala.
Esta obra de Arte mostrada por Martín nos lleva a la lucha constante de denunciar el sometimiento histórico hacia los pueblos originarios, pieza presentada en un performance titulado: “El sacrificio del pelo largo por la falsa independencia”.