Con nuestras letras no buscamos ofender, pretendemos informar lo que ocurre para que la población tenga el poder de analizar y generar su opinión de la realidad nacional e internacional.
Nuestras noticias no son para atacar a los funcionarios públicos, son para evidenciar la inconformidad de la población que exige a sus autoridades que cumplan con los deberes para los cuales fueron electas.
Cuando entrevistamos no lo hacemos con el fin de incomodar, abrimos el micrófono para que la fuente pueda expresar su opinión sobre un tema, aclare un mal entendido o pueda dar a conocer información de utilidad para la audiencia.
Nuestras ondas radiofónicas no son para generar ruido estridente, se convierten en el canal de cientos de voces que en sus idiomas maternos cuentan al mundo lo que ocurre en sus territorios. Comparten su sabiduría, alegrías, tristezas pero también propuestas que buscan que todas las personas alcancen el Buen Vivir.
No solo hacemos notas para radio o transmisiones de eventos, nuestra vocación de periodistas nos lleva a documentar con fotografías y videos, que posteriormente compartimos en el internet para que más personas puedan enterarse de lo que ocurre con inmediatez.
Nuestro compromiso es con las comunidades, con los sectores vulnerados por la exclusión, la desigualdad, la injusticia, la impunidad, la criminalización y la falta de voluntad de la clase política por velar por el bienestar de la población.
Aunque el evidenciar las debilidades de las autoridades del estado signifique convertirnos en blanco de desagrado, rechazo y hasta objetivos de difamación por parte de funcionarios públicos, seguimos informando en nuestros idiomas, desde nuestras comunidades, desde los territorios.