“Les devuelvo la vergüenza, les devuelvo el terror, no puedo deshacerme del dolor y jamás podré deshacerme del asco. Les devuelvo su odio, merecemos justicia y ojala tenga un poco de dignidad y nos digan donde este mi hermano”
Emma Guadalupe Molina Theissen
Por primera vez en la historia Emma Guadalupe Molina Theissen, se dirigió a un tribunal guatemalteco para con dignidad, ratificar su verdad; aquella que ha defendido por más de 30 años y que ha llevado a cinco ex altos mandos militares a prisión.
Para proteger su integridad física y mental, durante el debate oral y público que está próximo a llegar a su fin, a Emma se le escuchó a través de una declaración grabada como anticipo de prueba.
Con voz fuerte y clara, Emma se dirigió al tribunal para ratificar todo lo manifestado durante el juicio, “Son hechos ciertos. El cautiverio, la tortura y la violencia sexual” manifestó.
Durante el proceso, la defensa de los acusados intentó desacreditar el testimonio de Emma, calificándolo de inverosímil. Tras cinco días de violencia y tortura, logro escapar. Emma reconoció que su fuga constituye un hecho “rarísimo”, prueba de ello es que la mayoría de detenidos por el ejército, continúan desaparecidos.
Emma vivió, pero los vejámenes de los que fue víctima en la base militar “Manuel Lisandro Barillas” le hicieron pensar por muchos años en la muerte.
“No me mataron pero destruyeron profundamente mi vida, durante muchísimos años estuve llena de terror, de dolor, no me consideraba merecedora de la vida. Profanaron mi cuerpo, violentaron toda mi humanidad y eso me va acompañar toda la vida” relató.
Tras su fuga, se demostró que los acusados ejecutaron una operación especial de inteligencia que tenía como objetivo que Emma se entregara nuevamente. Allanaron su vivienda y secuestraron a su hermano menor, Marco Antonio, un niño de 14 años.
Para Emma lo que había sido una victoria, se convirtió en un error, “Lo más importante que había hecho por mí, salvar mi vida, que me había llenado de orgullo, se convirtió en el peor error, en el peor día de mi vida”
Emma le relato al tribunal como la culpa, el dolor y el asco la acompañaron durante muchos años de su vida, sin embargo la fuerza y el amor de su familia y de cientos guatemaltecos que se han solidarizado con ellas, le permite seguir.
El proceso en sí ha sido reparador para Emma y su familia, significa que el mismo estado que les violentó, ahora les escucha, les cree y podría condenar a las autores intelectuales de los hechos.
Emma solicitó al tribunal una sentencia proporcional al daño ocasionado, que significa justicia para ellas y para las 5 mil familias que vieron como el ejército desapareció a sus hijos e hijas. cada una de las personas que testificaron en el juicio.
Para finalizar, Emma envió un mensaje a los acusados y en un acto de dignidad expresó: “les devuelvo la vergüenza, les devuelvo el terror, no puedo deshacerme del dolor y jamás podré deshacerme del asco. Les devuelvo su odio, merecemos justicia y ojala tenga un poco de dignidad y nos digan donde este mi hermano”.