#Sololá | Maggie García.
Ella comenzó a contarme la historia: “Fíjese Maggie que vi en la publicación de un padre de familia varias imágenes donde se veían figuras, dibujos, números y letras plasmados en varios lugares de una escuela, me llamó la atención principalmente porque la persona que publicó las imágenes es el padre de uno de mis alumnos con autismo”.
Paulo Freire manifestó en sus enseñanzas que la educación debe trascender, no sólo es el transferir conocimientos, sino se debe provocar a una acción productiva a quien la recibe. Seño Magda Asañon es una maestra que ha hecho suyas las palabras, mostrando que la educación debe ser inclusiva, popular, artística y dinámica sólo con tener pintura, un pincel y dejar andar la imaginación.
Después de mucho tiempo volví a ingresar al Instituto por Cooperativa del Cantón Pachojilaj, conocido en el municipio de San Lucas Tolimán no sólo por su nivel educativo, sino también por una trayectoria musical en la Banda de Marcha o Marching Band, que se ha dado a conocer en infinidad de lugares por su talento musical y artístico.
En la entrada de este Centro educativo puede apreciarse un juego llamado Twister que consta de varios círculos colocados en forma ordenada en el perímetro de un cuadrado, el cual está pintado de colores diferentes, si caminas más al fondo puedes ver que en las gradas están pintadas las tablas de multiplicar del 1 al 10. Se aprecia el dibujo de una ranita que lleva en cada círculo un número desde el 1 al 25, son alrededor de 15 diferentes juegos y figuras que manifiestan una forma diferente de trasladar conocimiento que con el tiempo olvidamos: Volver a ser Niños.
Este esfuerzo empezó desapercibida y luego fue tomando forma cuando el equipo creció al incluir a sus alumnos del nivel básico en las etapas de pintura. Después de haber invertido tiempo y dinero, seño Magda se siente feliz por haber heredado una nueva forma de impartir educación para los niños, niñas y jóvenes que asisten al instituto.
Al salir del instituto y bajar las gradas, entre la tabla de multiplicar del 9, vino a mi mente la Sonrisa de Caleb, el único niño autista que conozco y que para mí, representa la condición más bella para todo niño y niña: ser feliz. Ahora el lugar donde estudia se ha convertido en Una Paleta de Colores.