La guerra de 36 años dejó dolor en miles de hogares guatemaltecos que aún continúan sin saber el paradero de sus seres queridos desaparecidos durante la época. Heridas que solo serán cerradas cuando sepan en donde están sus seres queridos y puedan honrar su memoria. Familias que reclaman el derecho de poder brindarle una sepultura digna, según las costumbres de las comunidades.
María Guadalupe García Hernández busca a su hermana Juana quien fue capturada, abusada sexualmente, torturada y asesinada durante el tiempo del enfrentamiento armado.
Tras varias investigaciones Juana fue encontrada en una fosa común de Cobán. Este 23 de febrero finalmente su familia recibió la osamenta para darle un entierro digno.
Para la realización de la inhumación la familia de María Guadalupe contó con el apoyo de las organizaciones: Oxlajuj Ajpop, Tierra Nueva, las comunidades y colectivos de mujeres mayas. El entierro se realizó el domingo 25 de febrero en ocasión del Día Nacional para la Dignificación de las Víctimas del Conflicto Armado Interno -CAI-.
Blanca Jimenéz busca desde hace 33 años a dos de sus seres queridos: su hermano menor y su esposo.
El Programa Nacional de Resarcimiento le ha brindado apoyo económico a su padre por el caso de su hermano menor. A ella el resarcimiento que recibió fue por el caso de su esposo. Blanca afirma que el apoyo económico no les basta, para las personas sobrevivientes falta acompañamiento psicosocial tras haber presenciado aquel trágicoperíodo de la historia.
«El vacío y el miedo está presente, los sobrevivientes necesitamos sanar las heridas para no heredar la carga negativa a las nuevas generaciones».
1,985 – Desaparición de Jorge Adalberto Jiménez Gómez (hermano)
1,990 – Desaparición de Arturo Mazariegos Pérez (esposo)