Más de 200 mil personas se tomaron las calles de todo el país hartos de la corrupción y la impunidad, armados únicamente con coraje e indignación. No hubo una esquina de la plaza central que no quedara repleta de manifestantes, las calles estaban colapsadas, manifestantes llegaban de los 4 puntos cardinales con consignas claras y legitimas.
Demostrando que no somos un grupito, que no somos 20 tuiteros como lo quiso hacer creer un diputado, somos un pueblo entero que se toma las calles pacíficamente.
Desde 2015 que no vivíamos una manifestación similar, cuando ciudadanos pedían cambios profundos que los congresistas no quisieron aprobar. Este 2017 una vez más se comprueba que el presidente y los diputados proteger e instan involucrados con sectores corruptos y la consigna se revitalizo: el pueblo presente, no tiene presidente.
Y tampoco tiene diputados, 107 de ellos decidieron darle la espalda al pueblo e intentaron modificar las leyes para protegerse, ahora son declarados “traidores” y alrededor del país les exigen su renuncia.
Mientras esto sucedía Jimmy Morales continuaba con su visita a Naciones Unidad, donde sorprendentemente decidió invitar al pueblo de Guatemala al dialogo. Una invitación que los manifestantes consideran llego tarde, porque desde que el inicio la crisis se ha negado a hablar con el pueblo.
Manifestantes aclaran que el dialogo existirá entre la ciudadanía. Pueblos indígenas proponen que se dirijan hacia una asamblea nacional constituyente.
En esta lucha contra la corrupción el pueblo esta consiente que debe librar muchas batallas tanto en las calles como en los tribunales. Tras el paro nacional se presentó una solicitud de antejuicio contra los 107 diputados y una demanda contra Jimmy Morales por el ilegal bono de 400 mil quetzales que recibió.
Tras el paro también se reavivo en el congreso la primera solicitud de antejuicio contra Morales, pero los diputados decidieron continuar protegiéndolo. Y aunque los diputados no cumplieron el pueblo afirma cumplirá su promesa de seguir en las calles.