En la segunda jornada del V Encuentro de comunicadores y comunicadores indígenas se abordó el derecho a la tierra, arrebatado por intereses empresariales y como los proyectos que impulsan amenazan de múltiples formas a las comunidades, siendo la comunicación popular uno de los pocos canales para resistir y dar a conocer las luchas.
Los monocultivos, que acaparan cada vez más la tierra, continúan provocando disminución de alimentos, desplazamientos forzados, tala de árboles y desvió de ríos, estas son solo algunas de las consecuencias de la expansión de la caña de azúcar y la palma africana, expresó David Pared de la Red por la Soberanía Alimentaria.
La tierra ha dejado de producir como lo hacía antes, denunció Ana Chen, originaria del El Estor, Izabal, donde opera la empresa minera CGN PRONICO, contra quienes han tenido que defender no solo el territorio sino la libertad y la vida.
Dichas proyectos están generando el “quinto despojo” expreso Lorenzo Francisco, quien ha acompañado las luchas de los pueblos de Huehuetenango en contra de las hidroeléctricas.
Una de las formas de resistir para las comunidades, es la comunicación que promueve el Buen Vivir, que comunicando esperanza a los pueblos y participa activamente en las denuncias. Esta comunicación se promueve en Guatemala a través de FGER, así lo manifestó su Walter Cuc.
Finalmente Leonel Herrera, presidente de ALER, indicó que ante la importancia y las contribuciones de este tipo de comunicación, no se debe olvidar la demanda por la democratización de los medios.