El pasado 06 de diciembre miembros del COCODE de la Aldea Loma Alta, San Juan Sacatepéquez, acompañados por un grupo de paramilitares tomaron la casa de Marcela Chacach. Golpearon y amenazaron a su hija, hijos y esposo. A ella la golperon y le cortaron el cabello, en señal de humillación.
Marcela y su familia han encabezado la resistencia contra la empresa Cementos Progreso, que intentan construir una carretera privada que atraviesa su territorio.
Este no es el primer ataque, tan solo tres días antes, un grupo de mujeres de Los Pajoquez se encontraba resistiendo pacíficamente cuando maquinaria de Cementos Progreso intentó arrollarlas. Las víctimas fueron Estefana Pajoc, Andrea Guamuch y Cristina Sicajau.
“La maquinaria salió de la finca El Pilar y nos fueron a atacar. Nos gritaron que nos quieren matar y nos querían llevar arrastrados. Estamos cuidando las 24 horas” relató Sicajau.
Ambos casos de suman a una larga lista de denuncias sobre ataques, amenazas y criminalización que viven las y los comunitarios.
«Los ataques ahora se dirigen hacia las mujeres» relata Marcela, la cementera intenta construir la carretera desde 2006 y para avanzar ahora utiliza a los COCODES y grupos paramilitares, a quienes las mujeres responsabilizan de los ataques.
«No vamos a dejar de resistir» insisten las mujeres quienes ante la amenaza de «ser acribilladas si salen de sus casas» exigen a las autoridades una pronta investigación y medidas de seguridad para ella y sus familias.