#Sololá | Maggie García – Noticiero FGER Maya K’at/MAX Producciones.

Estaba revisando las noticias de Facebook cuando vi una publicación que llamó mi atención, era un hombre en su bicicleta con una mascarilla, en el encabezado decía: «Adelante San Lucas, saldremos adelante como siempre lo hemos hecho» con su bicicleta y una sonrisa va repartiendo deliciosos tacos y tortas mi amigo conocido como «El 40».

Inmediatamente recordé quien es el 40 y pensé que lo que hacía era algo que conmovía a cualquier persona, no los por el esfuerzo físico que implica pedalear en varios puntos del pueblo de San Lucas Tolimán, lugar donde el nació y vive actualmente, sino también se une la crisis económica por la cual estamos pasando con el tema del #Covid19 #Coronavirus.

La mayoría de pueblos del país se sostiene de los negocios pequeños: comida rápida, artesanos, puestos de consumo diario, misceláneas entre otros, con las alertas que se han encendido, varias de estas personas emprendedoras, se han venido abajo por la falta de clientes. Para muchos que viven del día a día la situación es más crítica, llegando al punto de buscar otros medios para conseguir el alimento diario.

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Don Héctor Jacinto Archila el 40 es conocido en el Municipio como un taquero de antaño ya que lleva un aproximado de 30 años cocinando tacos de 3 x 10 y de cinco quetzales en el parque central con una carreta hecha de metal, la cual  empuja hasta llegar al parque.

Cuando le comenté que quería entrevistarlo se emocionó, él es una persona muy entusiasta siempre está sonriendo, es algo que lo identifica enseguida. Platicamos de muchas cosas pero en particular me conmovió el hecho de unidad que mantiene su familia.

Tiene tres hijos y una esposa que lo apoyo sin lugar a duda, me comentó que se animó a vender los tacos por la noches pero antes fue a pedir permiso a la Policía Nacional Civil y a la Municipalidad, quienes le preguntaron si tenía motocicleta, él dijo que no pero podía ir a dejar pedidos en bicicleta. Fue como empezó, luego una de sus hijas le hizo un pequeño cartel que colocó en la pared de su casa para que hicieran encargos.

Después de una semana ha logrado hacerse de clientes, quienes lo llaman para el servicio a domicilio, prepara la comida en una estufa que tiene en casa; esposa e hijos le ayudan. Cuando termina se coloca una mascarilla con dibujo de los dientes de un conejo, se sube a la bicicleta y ¡A PEDALEAR SE HA DICHO!