El encarcelamiento del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, efectuado en las últimas horas, confirma la fragilidad del sistema democrático en Brasil. La condena impuesta por el sistema judicial brasileño es muestra de una actuación subordinada a los intereses y presiones de sectores poderosos del país acompañados, en coro, por influyentes medios de comunicación como la cadena O´Globo.
Lula da Silva ha sido encarcelado sin pruebas y la oligarquía respira tranquila, y disipa su miedo, al sacar del camino a un contendor que encabeza las preferencias electorales en todo el país. Lo ha hecho utilizando prácticas propias de las dictaduras, con la abierta y pública amenaza de militares de levantarse si no se cumplía la condena del ex presidente identificado con los intereses de las pobres.
Antes, utilizaron el golpe parlamentario para sacar del gobierno a la presidenta Dilma Rousseff y, en los últimos meses se intensificó la persecución a líderes de movimientos sociales y políticos llegando, incluso, al asesinato como estrategia de sembrar el miedo y terror.
Todas estas acciones, tienen similitudes con prácticas fomentadas en el pasado por los EE.UU como el Plan Cóndor que ahora se mimetiza en la justicia y en los medios de comunicación; y no es de extrañar la injerencia norteamericana en este y otros casos producidos en América Latina.
En todo caso, si hay algún “delito” que haya podido cometer Lula es haber sacado de la pobreza a 40 millones de brasileños y brasileñas. Como el mismo lo ha dicho, “Cometí crimen por poner pobres en las universidades, pobres comiendo carne y viajando en avión…si ese es mi crimen seguiré siendo un criminal”.
ALER, entidad que reúne a experiencias de comunicación popular en todo el continente, expresa su condena ante tan arbitraria decisión de la justicia brasileña y se une al rechazo latinoamericano y mundial. Al mismo tiempo, expresa su solidaridad con el ex presidente Lula da Silva.
Así mismo, ALER se suma al llamado de múltiples organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Caribe de trabajar en la defensa de la democracia y los derechos humanos e impedir que el fraude se entronice en Brasil con la anulación de la candidatura de Lula da Silva.
Quito, abril 2018