Las tormentas ETA e IOTA golpearon con mayor fuerza a las comunidades históricamente abandonadas por el Estado de Guatemala, el apoyo y la solidaridad son insuficientes para superar los daños.
En las comunidades Chuj y Q’anjob’al en el Norte de Huehuetenango las pocas carreteras que existen fueron destruidas tras las fuertes lluvias dejándolos incomunicados, múltiples viviendas sufrieron daños, mientras que, sus cosechas se perdieron.
«En algunos municipios se han organizado pero es a nivel municipal, a las autoridades centrales no las hemos visto, hasta que ayer se pudo visibilizar esto en los medios y esta apareciendo el ejército ofreciendo apoyo, pero nos preguntamos, ¿es el ejército que debe atender las necesidades de la gente?, lamentó Rigoberto Juárez, autoridad q’anjob’al debido al poco o nulo apoyo del gobierno.
Docenas de familias permanecen en los albergues que están siendo atendidos, en su mayoría, por iglesias, algunas familias también recibieron en sus casas a personas damnificadas. Al menos 3 mil 254 personas fueron afectadas por las tormentas en esta región.
Los municipios afectados son los siguientes:
- San Juan Ixcoy, 1630 personas afectadas.
- San Pedro Solomá, 130 personas afectadas.
- Santa Eulalia, 1,324 personas afectadas.
- San Mateo Ixtatán, 160 personas afectadas.
- Santa Cruz Barillas, 170 personas afectadas.
Para visibilizar las pérdidas de las comunidades, las autoridades viajaron a la ciudad de Guatemala. Juárez menciona que entre las autoridades indígenas buscarán seguir apoyando a su comunidad y buscar diálogos con las autoridades estatales para que atiendan la problemática.