Un grupo de mujeres maya q’eqchi’ presentan una querella penal en contra de la Compañía Guatemalteca de Níquel CGN, por los delitos de tortura sexual y deberes contra la humanidad.
Once mujeres denuncian haber sido violentadas y abusadas sexualmente en el 2007, por trabajadores de la minera, elementos del ejército y la Policía Nacional Civil, mientras se desarrollaba el desalojo de la comunidad lote ocho, en El Estor, Izabal.
Las mujeres reconocen que en el camino para exigir justicia podrían ser blanco de persecución y criminalización por la minera, sin embargo, ellas buscan ser escuchadas y su comunidad respetada.
«La compañía CGN en el Estor, ha caudado tanto daño en nuestra vida como mujeres pero también en nuestra vida como munidad, queremos pedir a CGN que vaya a molestar en su pais, ya es momento que dejen de estar molestando en nuestro pais, sabemos que vamos a tener persecusión de parte de ellos pero es momento que nosotras venimos a pedir justicia y venimos a pedir respeto a nuestra vida como mujer y comunidad» expresó una de las mujeres que presenta la demanda.
Desde el 2005 la comunidad Lote Ocho enfrentó conflictos con la CGN por la propiedad de la tierra, lo que desemboco una serie de desalojos efectuados en el 2007, las fuerzas de seguridad pública y privada aprovecharon la situación para abusar a once mujeres.
Paula Barrios, coordinadora de Mujeres Transformando el Mundo (MTM), organización que acompaña el caso, recuerda que al Estado de Guatemala la recomendación 30 de la Convención Sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw), en la que se establece que debe garantizarse el acceso a la justicia.
Por su parte, Esteban Celada, abogado de Mujeres transformando el mundo, señala que los hechos son lamentables a más de 20 años de la firma de la paz, debido a que no se alejan de los crímenes y violencia contra los cuerpos de las mujeres durante el Conflicto Armado Interno.
Las mujeres impulsaron una demanda en Canadá contra la Hudbay Mineral Inc, que compro a Skye Resources, entonces subsidiaria de CGN, un año después del desalojo.
En el caso se evidencio a través de correos electrónicos como la CGN emprendió una campaña para generar miedo en los pobladores del Lote Ocho y otras comunidades que se encontraban en la defensa de la tierra, esto con el fin de expulsarlos de la tierra que habitan y que la empresa no tienen permiso para explotar.