Los pueblos indígenas han creado sus propias narrativas y formas de comunicar, lo que ha permitido que nos acerquemos a lo plural, popular, comunitario y diverso.
Las radios son uno de los medios de comunicación con mayor alcance, y acompañan en sus labores diarias a los pueblos de América Latina y el Caribe. Han sido fundamentales en la promoción de la participación comunitaria, la fiscalización de las instituciones, además informan y entretienen.
Un ejemplo de lo anterior, es la Asociación de “Educación Radiofónica de Bolivia (ERBOL), con más de 50 años haciendo comunicación y periodismo junto a 170 radioemisoras de Bolivia y otros países fuera de sus fronteras. La propuesta fue ir contra corriente y promover los idiomas indígenas, dice Inés Gonzales, directora de Erbol.
“Se desnaturaliza o se desconoce el origen cultural y se habla más de campesinos (…) a partir de eso se va estructurando una idea de país, pero en base del desconocimiento de las raíces culturales, que finalmente son muy fuertes. Entonces en ese momento Erbol, contrariamente a la corriente lo que hace es empezar la comunicación en idiomas originarios”.
El origen fue la evangelización y la educación desde el enfoque de la comunicación para el desarrollo, pero las dictaduras de la época fortalecieron el posicionamiento en la defensa de los derechos humanos y la producción radiofónica en idiomas originarios fue la apuesta.
Lo que permitió una relación cercana entre la radio y las comunidades, dando como resultado que decenas de comunicadores comunitarios obtuvieran títulos universitarios que acreditarán su labor informativa. Así lo cuenta Carla Cortez, encargada de formación en Erbol.
“El programa Voces Unidas, conocido como un referente a nivel latinoamericano, porque ha sido el primer programa, así se llamaba, era un programa nacional de formación universitaria que capacitaba a comunicadores radiofónicos, de las zonas rurales sobre todo, que ha nacido para capacitar a todos nuestro periodistas de la red porque no tenían acceso (…). Hemos profesionalizado alrededor de 800 personas”.
La profesionalización se realizó de forma semipresencial, con tutores en los territorios de los comunicadores, lo que permitió que las y los comunicadores continuaran con sus estudios y acreditaran su labor. En Guatemala decenas de comunicadores comunitarios no han accedido a la universidad y una forma de criminalizar su labor, es no reconocerlos como periodistas o comunicadores.
Los periodistas también se han organizado en redes en las que promueven sus propias formas de comunicar, informando sobre sus propias luchas, reivindicaciones, celebraciones, y temas de interés de sus comunidades. Una de estas redes es la Red Aymara conformada por 45 corresponsales y con diez años trabajando, así lo dice Graciela Dorado, coordinadora de la red.
“Bueno a lo que le damos más prioridad es que decimos lo que no está permitido, tal vez, que ellos puedan decir lo que sienten, que ellos no puedan decir lo que piensan, por más que tengan otro tipo de ideología política, ese es el objetivo principal (…), los Aymaras han estado presentes”.
La red Aymara también es internacional, ya que la presencia de este pueblo está en varios países Sudamericanos. Otra red es la Quechua y Guaraní, “nuestra red Guaraní tiene un peso grande, es la única red Guaraní en el país, Erbol ha sido un referente para hacer este tipo de comunicación. Por otro lado está la red Quechua, están en el Perú, Ecuador…”menciona, Inés.
En la década de los 90’s y los 2000 los movimientos indígenas y campesinos tienen mayor fuerza y reivindican su origen, lo que lleva a que se consoliden otros medios de comunicación, ampliando el acceso a la comunicación de los pueblos bolivianos.
En ese periodo surge la radio Kancha Parlaspa, en Cochabamba, una emisora que nace en el mercado Cancha, uno de los más significativos para Bolivia y el más grande en Sudamérica, la radio, mantiene esa conexión con la gente, dice María José Andrade, directora de la emisora.
“Kancha Parlaspa viene a ser la voz de los mercados (…) fue fundada para esta audiencia más que todo, ahora ya nos expandimos un poco más, principalmente nos consideramos un medio que tiene como principio la defensa de la comunicación, de la libertad de expresión, la democracia”.
Con los años las radios siguen firmes en su labor informativa, educativa y de entretenimiento, sin embargo, ha decidido trabajar al lado de las comunidades y mientras el tiempo pasa se cuestionan sus formas de comunicar, y han optado por un periodismo independiente, de soluciones y fiscalizador del poder.
Ahora consideran que se presentan nuevos retos en el que es necesario seguir con constantes actualizaciones y acercándose a más pueblos indígenas que tienen menos presencia en los medios.