Por segunda vez el Congreso de la República imprueba el estado de calamidad propuesto por el ejecutivo ante el aumento de los contagios por covid-19.
La noche del lunes 06 de septiembre el hemiciclo se tornó tenso, entre reclamos, gritos, y mientras Allan Rodríguez presidente del congreso hablaba por celular; las y los congresistas denunciaban por redes sociales y a través de transmisiones en vivo que el oficialismo alargó la sesión en busca de compra de votos y negociaciones.
Para Lindsey Tillit, de la Asociación Alas de Mariposas, “lo que vimos fue una compra de voluntades, una negociación de la salud y del bienestar de la población. Un estado de Calamidad que no responde a las necesidades reales de la población, que no tiene medidas claras sobre las acciones que se van a tomar para proteger a la población de la pandemia”, denunció.
Además resaltó que, “los intereses partidarios empiezan a tener miras electorales”, por ello, algunos diputados y diputadas están buscando desligarse del oficialismo para tener una posibilidad en las próximas elecciones, indicó.
Para finalizar indicó en una conferencia de prensa que las medidas para contener la pandemia han sido débiles y es necesario que las autoridades respondan a la crisis. Hizo un llamado para que las personas acudan a los centros de vacunación y continúen cuidándose ante el incremento de los casos.