#Opinión – Kajkoj Maximo Ba Tiul – Centro de Reflexiones Nim Poqom.
Esta semana los cristianos le llaman “tiempo de meditación y reflexión”. Se conmemora un año más de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Un hombre que asumió bajo su responsabilidad, la liberación de los pobres, que estaban subyugados bajo el poder del “imperio romano”. Ese “Tal Jesús”, como lo define; Ignacio López Vigil, inicia todo su proceso de liberación en Galilea. Un proceso que invita y exige a optar preferencialmente por los pobres. Ese tal Jesús dirá en algún momento, “lo que hagan a uno de estos pequeñitos, a mí me lo están haciendo”, al mismo tiempo que dice: “no hay amor más grande que el que da la vida por sus ovejas”. En un momento de cólera, en el templo de Jerusalén, expulsa a los mercaderes, que habían convertido un lugar para el culto en un mercado.
Este Jesús desafió el poder establecido. Retó a quienes ostentaban el poder y utilizaban ese poder para reprimir y oprimir a los más “humildes”. No se quedó en un espacio de culto, sino que lo puso en práctica. No le bastó con rezar y meditar, sino que caminó junto a su pueblo para liberarlo y dejar la ruta para construir un mundo más justo y humano para todos y particularmente a los más pobres. Es el Jesús que desafía la muerte para permanecer vivo. Esta forma de vivir permanentemente no debería de quedarse en el mero culto espiritual, si no que tendría que sentirse y construirse en la cotidianidad, comprometiendo a quienes dicen ser sus seguidores en la transformación de un mundo más justo y humano, aquí y hoy. Eso implica, estar comprometido no con la simbología y la imagen pétrea de Jesús, sino apoyar y unirse a todos aquellos que quieren derribar el muro de la injusticia, la represión, la corrupción y la impunidad.
Parafraseando a Gandhi, podríamos afirmar, que a veces nos gusta Jesús pero no sus seguidores. Porque los cristianos que conmemoran su pasión y muerte, lo han convertido en un mero culto sin sabor, sin color, sin sentido. Además, dejando en manos del consumismo, un tiempo que debería de ser de más compromiso para la liberación, en un momento de recreación, indiferencia, egoísmo, sin comprometerse a derribar el muro de la injusticia promovida por los grupos de poder que tienen el control del Estado y de la sociedad en su conjunto.
Por qué afirmamos esto, porque cuando se dedica un tiempo a conmemorar acontecimientos en base a signos y símbolos anquilosados y sin sentido o dedicamos este tiempo a la distracción y a la recreación, fácilmente el poder establecido nos sorprende con cambios, que en vez de favorecernos no somete mucho más a sus decisiones y ambiciones.
No olvidemos que si ésta semana lo estamos pasando sin compromisos y sin conciencia crítica, prácticamente se nos olvidará que el “pacto de corruptos” no tomará un tiempo de reflexión, sino de aprovechamiento para hacer los cambios que supuestamente requiere el país, pero que serán para obstaculizar el proceso de persecución judicial en contra de la corrupción, la impunidad, el genocidio, el femigenocidio, etc.
No hay que olvidar quiénes controlan el Congreso, la Corte Suprema de Justicia, el Ejecutivo. Quiénes tienen intereses para los desalojos en contra de campesinos y comunitarios indígenas. También que no se nos olvide, a quiénes controlan el pacto de corruptos y el pacto de élites. De igual manera que no se nos olvide el papel que juega Estados Unidos por medio de su embajada en todo este escenario político en el país.
El pacto de corruptos y de elites, tiene en su mira al Procurador de los Derechos Humanos, la elección del o la Fiscal General del Ministerio Público, como debilitar a la CICIG, situación que ya había comenzado a hacer el nuevo ministro de Gobernación al querer quitarle a los once policías que se le habían asignado a la comisión, cuando esto ya está acordado en el acuerdo de instalación de la comisión en Guatemala.
Que más tienen en sus manos los poderes ocultos en Guatemala, pues muchas veces podemos intuir o podemos ponerlo en perspectiva, pero por ser un poder criminal, a veces nos cuesta poder definirlo por donde saldrán, algo así como quisieron hacer la interpelación al procurador en la Comisión de Derechos Humanos, cuando le lanzaron preguntas sin sentido, como lo de las 15 mil firmas que pedían la destitución del procurador, la pregunta sobre viáticos y otros. Interpelado por diputados corruptos y vinculados al crimen. Algo como los fariseos, cuando interpelan a Jesús al preguntarle, “es cierto que tú te has llamado hijo de Dios” y él responde: “yo no lo he dicho eres tú quien lo dice”.
Estos grupos de poder, saben cómo manejar a la plebe. En Roma sabían cómo manejar al pueblo por medio del circo. En Jerusalén, supieron manejar al pueblo, diciendo que ese tal Jesús, era un farsante, y que se había llamado “hijo de Dios”. Igual, hoy el poder puede manejar nuestra conciencia, diciéndonos que mientras estamos preocupados del culto o el recreo, ellos harán los cambios legales o negociado algún pacto para el bien de todos nosotros.
Ni los romanos al matar a Jesús trajeron mejor vida a los pueblos de esa época, ni los grupos de poder, hoy, vinculados al pacto de corruptos y de elites, traerán mejor condiciones de vida para los Guatemaltecos.
Por eso, en esta semana mientras están en el culto o en los lugares de recreación, no olviden que quienes están vinculados al pacto de corruptos y de elites, siguen vivos y coleando en Guatemala, y que mientras Usted, está en misa, en el culto o en la piscina, aprovecharan estos corruptos para hundir más a Guatemala en la pobreza y la extrema pobreza. Entonces no se duerma.