En el día Nacional del migrante se celebró el vigésimo cuarto festival de la hermandad y la paz, un espacio para compartir con diversas naciones y para exigir por los derechos humanos de las personas migrantes.
El festival estuvo acompañado de música, danza, comida, bailes, además de la unión de voces para reconocer que las fronteras son impuestas por los estados, así lo expreso Mauro Verzeletti director de la casa del migrante en la ciudad capital.
Las personas migrantes en Guatemala continúan sin ser reconocidas por el estado, esta es una realidad que deben enfrentar y por ello en esta ocasión se exigió trabajar por políticas públicas que atiendan y protejan a migrantes y refugiados.
Además se denunció la deportación masiva a la que han sido sujetos y sujetas las personas migrantes, 13 vuelos semanales arriban al país.
En esta actividad también se celebraron los 25 años de los misioneros Scalabrinianos, quienes afirmaron que con alegría seguirán atendendiendo, acogiendo y protegiendo a las personas migrantes.