«Tengo un recuerdo que jamás se me va a borrar: una mujer pequeñita, pálida, perdida, arrastrando los pies»
Testigo B
Tras escapar de la zona militar el 05 de octubre de 1981, Emma Guadalupe Molina Theissen fue trasladada a la costa sur y luego a una casa ubicada en la ciudad capital para su recuperación.
La mujer que la recibió, relató ante el tribunal, el estado físico y mental de Emma, a quien ayudo durante 10 días. «Tengo un recuerdo que jamás se me va a borrar: una mujer pequeñita, pálida, perdida, arrastrando los pies».
Emma no hablaba ni recibía comida, “estaba como ida, con la mirada perdida. Solo tomaba agua, no hubo manera que tomará una sopa, nada” por ello llamaron a un psiquiatra, quien determinó que se encontraba en estado psicótico.
Durante los primeros días y a pesar de estar en un dormitorio equipado Emma presentaba un comportamiento alterado, “A pesar de haber cama, siguió durmiendo en una esquina, como una animalito, estaba hecha un nudito”, en ese mismo lugar realizaba sus necesidades fisiológicas.
Emma recibió tratamiento psiquiátrico y ginecológico debido a las violaciones sexuales de las que fue víctima. “Yo la vi caminar con dificultad. Emitía molestias de dolor con las manos presionándose la pelvis, así pasaba todo el día”.
No fue hasta el tercer o cuarto día que el estado de salud de Emma empezó a cambiar, “Empezó a comer un poco. Según el psiquiatra ella ya había salido del estado psicótico, pero el daño iba a permanecer”.
Trascurridos 10 días Emma fue trasladada a otro lugar. La testigo no la volvió a ver ni a saber de ella sino hasta el año 2000, cuando públicamente se conoce que la Corte Interamericana de Derechos Humanos conocía el Caso Molina Theissen.
“Yo ahí conecto lo que hubo que hacer con ella y su estado psicótico” revela la testigo, quien insiste en diversas ocasiones en detallar el estado de Emma “Estaba totalmente alterada, fuera de la realidad, no estaba en el uso de su razón o voluntad.
La testigo no permitió que se revelaran sus datos o los del psiquiatra que atendió a Emma pues aun teme las consecuencias, “yo conozco las represalias contra personas que han colaborado con militantes” finalizó.