“Soy totalmente inocente de esta patraña que me han inventado”
Así inició su declaración Benedicto Lucas García en el juicio que se lleva en su contra y en contra de otros 4 altos mandos militares por los crimines cometidos contra Emma Guadalupe y la desaparición Forzada de Marco Antonio Molina Theissen.
La declaración del ex jefe del Estado Mayor del Ejército se prolongó por 3 horas y media, en las que se definió como un ciudadano distinguido y un militar respetable respetuoso de los derechos humanos, a pesar que el juez Pablo Xitumul le llamo la atención en su declaración por tratar de forma peyorativa a la familia Molina Theissen.
Sobre su paso en el ejército, el ex militar negó tener el mando para dar órdenes y a pesar de estar alrededor de 30 años en la institución armada negó conocer algún manual de acción o inteligencia.
Benedicto Lucas declaró que su papel era estar al frente para asegurarse que no se cometieran irregularidades y que los soldados “tenían prohibido ingresar a las aldeas” posteriormente aceptó que contaban con métodos para infiltrarse dentro de las aldeas y obtener información.
Sobre la cadena de mando, el ex militar declaro que dentro del ejército todos están sujetos a una cadena de mando y las “acciones relevantes” de los oficiales le eran informadas. Posteriormente aceptó que una captura de una joven con panfletos considerados insurgentes era una “hecho relevante”.
Posteriormente Benedicto Lucas negó que el ejército detuviera a personas, negó también que se recibiera apoyo de otros países, contradiciendo un cable desclasificado de la agencia de inteligencia de Estados Unidos, CIA, que detalla que tras comunicación con Lucas García este detallaba que “algunas aldeas debían ser destruidas”.
Sin apoyo, sin mando, sin órdenes ni manuales, así funcionaba en 1981 el ejército de Guatemala según el ex jefe del estado Mayor del ejército según Benedicto Lucas García. Quien decidió finaliza su declaración atacando el accionar de las organizaciones sociales y a la familia Molina Theissen.