#Guatemala| El Centro de la Memoria Monseñor Gerardi de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) presentó el libro «Nuestra misión era escuchar a la gente», un homenaje y dignificación a las y los Animadores y coordinadores Diocesanos de la reconciliación, un proceso que recoge historias ocurridas durante los 36 años de guerra interna (1960-1996).
Las y los animadores coordinaron, recabaron y documentaron los testimonios de familiares de las víctimas
y sobrevivientes de la violencia del Conflicto Armado Interno (CAI)
A dos días de haber sido presentado el informe «Guatemala Nunca Más», resultado del proyecto Recuperación de la Memoria Histórica-REMHI, Monseñor Juan José Gerardi Conedera fue asesinado.
La verdad es la fuerza de la paz. Asumimos responsablemente, en conjunto, esta tarea de romper el silencio que durante años han mantenido miles de víctimas de la guerra. Y abrió la posibilidad que hablaran y dijeran sus palabras, contaran su historia de dolor y sufrimiento, a fin de sentirse liberadas del peso que durante tantos años, los ha abrumado.
Mientras no se sepa la verdad, las heridas del pasado seguirán abiertas y sin cicatrizar. Palabras de Gerardi, el 24 de abril de 1998, durante la presentación del informe.
El caso de Monseñor Gerardi Conedera fue llevado a los tribunales en 2021, tres militares del gobierno de Guatemala fueron juzgados con 30 años de prisión por su asesinato.
Reconocimiento
En dos ocasiones se presentó el informe «Nuestra misión era escuchar a la gente» en la ciudad de Guatemala, la primera el 24 de abril de 2023, exactamente a 25 años de haberse presentado el REMHI, y la segunda el 24 de mayo de 2023. En ambas presentaciones fueron homenajeados animadoras y animadores del proyecto. Las siguientes, son algunas de sus impresiones sobre el trabajo que realizaron:
Fue un acompañamiento profético para toda la población que estaba sedienta de ser escuchada y de demandar justicia y verdad.
Cuando conocemos la memoria histórica, nos ayuda a entender lo que hoy está pasando. Fueron momentos difíciles, pero valió la pena, y no olvidar el trabajo de Monseñor Gerardi.
Era una manera en que la Iglesia podía practicar el servicio del evangelio.
El trabajo que se hizo es un respeto a los derechos humanos de todas las personas, el respeto a la dignidad. Valorar el trabajo que muchas personas están haciendo por el desarrollo de sus comunidades.
@fger_mayakat