El 26 de julio 2022 se desarrolló el foro “Interseccionalidad en la Movilidad Humana” en el marco del proyecto para la Movilidad Humana Digna, Pacífica e Inclusiva en el Norte de Centroamérica, implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Con la participación de organizaciones de la sociedad civil e instituciones que trabajan con la niñez, se busca generar espacios para el trabajo en conjunto, con la identificación de las necesidades de la población más vulnerable, estableciendo retos y soluciones.
A criterio de Ana Silvia Monzón, activista de derechos humanos, la movilidad humana se entiende como: “todo movimiento de personas en el territorio, ya se a nivel local, interno o internacional, planteado como la perspectiva de la interseccionalidad incorpora las categorías de genero la etnicidad el lugar la residencia la edad, condición de clase con discapacidad cuando ampliamos la mirada nos permite nombrar realidades ocultas e invisibilizadas”.
Durante el espacio el análisis se encontró vacíos en la falta de atención y protección entre la recolección de datos con perspectiva de género y se señaló la urgencia de descentralizar los servicios de atención a la población migrante.
El foro se abordó la realidad a la que se enfrenta la niñez y adolescencia en tránsito, destacaron que las industrias extractivas como la minería, los monocultivos, entre otras, impactan en la tierra y afecta a la agricultura.
También señalaron que la violencia estructural afecta desde hace varios años a la población guatemalteca, situación que puede verse reflejada en los datos que recogen diversos estudios enfocados en la migración de las personas.