Por: Mariam Escobar.
Durante el Foro regional Retos y desafíos en Guatemala para la ratificación e implementación del Convenio 189 y la recomendación 201 de la OIT: Trabajo decente para el trabajo doméstico, se planteó un análisis regional que buscó el estudio de los países centroamericanos que ya han ratificado el Convenio 189.
Licenciada Walda Barrios, Coordinadora del programa Género y periodismo de FLACSO indicó que El Trabajo decente para el trabajo doméstico es un concepto propuesto por la Organización Internacional de trabajo para establecer los estándares de las condiciones que debe reunir una relación laboral, para cumplir los estándares laborales internacionales de manera que el trabajo se realice de forma libre, igualitaria, segura y humanamente digna.
La representante de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales enumeró, durante su ponencia, los antecedentes del trabajo doméstico, en 1970 Cristin David “plantea que el sistema industrial requiere del trabajo doméstico para funcionar”, en 1972 Maríarosa Dalla Costa señalaba que “El trabajo doméstico es un crimen”, durante 1993 la comisión de estadística de las Naciones unidad creó un concepto para tratar de darle valor a la producción doméstica, 2007 en el avance que se logra el consenso de Quito reconoció el valor social y económico del trabajo doméstico no remunerado en las mujeres declarado como asunto público que compete a los estados, gobiernos locales, organizaciones, empresas y familias y la necesidad de promover la responsabilidad compartida de hombres y mujeres en el ámbito familiar.
Jorge Mario Huertas, asesor de la comisión de trabajo y representante del Diputado Ovidio Monzón comentó la importancia de la fuerza política para generar los cambios que se requieren. Después de la ratificación del convenio 189 en algunos países de la América Latina por lo menos 100 mil trabajadores se han afiliado a los sindicatos. Esa movilización y organización social se debe tener, señaló.