El Conflicto Armado Interno afectó a todas las personas en Guatemala, de forma directa o indirecta, la guerra dejó huellas imborrables en la memoria de una ciudadanía, a la que intentan hacerle obligar el pasado con frases como: «Sino hubieran hecho nada malo, no los hubieran matado», «Demos vuelta a la página», «No Hubo Genocidio», entre otras.
La educación y comunicación popular en idiomas originarios son amenaza para quienes se abren brecha, a costa del despojo de tierras y asesinatos, para hacerse de patrimonio a a base del dolor de su prójimo.
Las radios comunitarias no fueron la excepción de la estrategia de muerte ejecutada en los 36 años de guerra. Nuestros compañeros fueron asesinados, torturados y desaparecidos por ejercer su labor de informar y ser informados. Eran parte del equipo las emisoras que hoy dan vida a la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas – FGER.
Por su legado y el buen vivir de los pueblos: Dignificamos su memoria por medio de la palabra.