Las familias más pobres una vez más fueron excluidas de los programas sociales aprobados para mitigar los efectos de la pandemia, el bono familia les hubiera ayudado a calmar el hambre, pero nunca llegó.
Un informe de monitoreo participativo del bono familia, realizado por Paraíso Desigual, Pacto Ciudadano y Oxfam Guatemala evidencia que la primera entrega del bono se llevó a cabo en las áreas urbanas donde se registran índices más bajos de pobreza, aunque fue modificado el patrón de beneficiarios las familias siguen sin recibirlo.
La politóloga e integrante de la Asociación Civil Diálogos, Sofía Montenegro menciona que el bono familia es una oportunidad para que el Estado solvente la deuda pendiente para con la población guatemalteca.
Úrsula Roldán, integrante de Pacto Ciudadano menciona que lo más importante en este momento es que las autoridades cumplan con las tres entregas del bono familia y lleguen a las familias sin energía eléctrica que fueron incluidas en el patrón de beneficiarios.
Tanto Montenegro como Roldán, considera que el bono familia debería ser permanente, en un primer momento proponen que este se integre en el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado 2021-2022, pues ayudaría a superar la crisis y responder a las necesidades de la población, reduciendo los niveles de pobreza en el país.
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