Las remesas familiares representan un sustento para las familias guatemaltecas, salvadoreñas y hondureñas, además contribuyen a la economía de estos tres países.
El envío de remesas equivale al 12% del PIB en Guatemala, el 18% en El Salvador y el 20% en Honduras. Sonia María Pellecer, investigadora y colaboradora en la Organización Internacional para las Migraciones OIM, dijo que este año muchos hogares serán afectados por la falta de ingresos.
«La reducción de remesas va a afectar a las economias de estos paises, no digamos a los hogares que dependen un 100% de ellas», lamentó Pellecer.
Durante el mes de abril, las remesas enviadas a Guatemala sumaron $691 millones, un 20% menos que lo reportado en el mismo periodo en 2019, El Salvador recibió $287 millones, un 40% menos que lo reportado en el mismo mes en 2019 y en Honduras la entrada de remesas decayó un 31%.
Pellecer explico que con la pandemia provocada por el covid19, las personas migrantes perdieron sus empleos o dejaron de recibir ingresos, es por ello la baja en el ingreso de divisas.
«El 13% de la fuerza laboral migrante de Ámerica Latina y el Caribe en Estados Unidos esta desempleada, a lo largo del 2020 y en el equilibrio entre los desempleados, solo el 10% usara sus ahorros, que tiene un stok de $6 mil y enviaran remesas a casa. Para los migrantes las remesas es la quinta prioridad, el 50% de los migrantes que aún continuan trabajando seguirán enviando remesas», expresó.
Según la investigadora el desempleo puede durar seis meses, partiendo del mes de marzo, más del 60% de los migrantes viven en los países más afectados por la pandemia y arriba del 40% de migrantes ha perdido su empleo.
El analisis se presentó en el Encuentro virtual: Prensa y Migración en el contexto de la COVID-19, organizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).