La llegada del coronavirus a Guatemala genera una situación compleja ante un sistema de salud pública deficiente. El desvíos de ríos y el acaparamientos de las fuentes de agua limitan a las comunidades, hasta el punto de no poder cumplir siquiera, la primera recomendación básica: lavarse las manos.
Con la cuarentena se afecta a los comerciantes populares que dependen de un ingreso diario para vivir. El sistema económico capitalista de despojo está influyendo en los mercados populares, se ve a comerciantes que están acaparando y triplicando los precios de los productos de consumo básico.
«Ver que en mercados locales y campesinos la gente esté triplicando el precio, quiere decir que no hay mucha solidaridad» Lucia Ixchiú.
Hay formas naturales y ancestrales de preparar al cuerpo para prevenir durante estas crisis humanitarias. Para afrontar la cuarentena debe apostarse a las redes de solidaridad para crear bancos de comida comunitarios que puedan brindar comida e insumos a quienes lo necesiten en el tiempo que dure la emergencia.
Desde Festivales Solidarios se llama a la calma y a no caer en el bombardeo mediático de consumo y acaparamiento. Hay que pensar en colectivo, organizarse y tomar medidas comunitarias por el tiempo que sea necesario.
