Bienvenidos hermanos y hermanas de la patria grande a esta emisión de ALER Contacto SUR, les saludamos desde Guatemala, lugar que ha tenido la oportunidad de revivir el significado de hermandad tras el paso de miles de refugiados hondureños.
Las palabras se quedan cortar al intentar describir la situación, no hay resumen que parezca justo al contar las historias de vida y por supuesto no hacen falta expertos para explicar las razones del por qué miles dejarían todo y caminan en busca de una salida.
Se ha intentado decir que la caravana tiene tintes políticos, que las 10 mil personas que se calcula han pasado por Guatemala son movilizadas por unos pocos, teoría que de desvenase cada vez más al escuchar las historias de los migrantes.
Claro, las autoridades continúan haciendo oídos sordos. Honduras continua anunciado que no les dejara salir. Guatemala, El Salvador y México anuncian la implementación de retenes y contingentes de seguridad, pero nada ha podido frenarlos.
A pesar de su determinación el reto es llegar a Estados Unidos, entrar y ser aceptados como refugiados. El gobierno de Trump amenazó con cortar la ayuda económica para el triángulo norte y el mensaje es claro: No van a entrar.
A uno de los albergues llegó el miércoles el Ministro Consejero de la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, David Hodge, con el mismo mensaje: No van a entrar, regresen.
No podemos afirmar o negar que la caravana de migrantes lograra su objetivo, pero algo es claro: logro desnudar la realidad de nuestros pueblos. Le dio rostro a la pobreza, a la exclusión y la desigualdad.