Odeth Alvarado, Analista de Comunicaciones PNUD.
“Responder al llamado del 17 de octubre a poner fin a la pobreza: una vía hacia sociedades pacíficas e inclusivas”.
Este año celebramos el 25º aniversario de la declaración de la Asamblea General que, en su resolución 47/196, de 22 de diciembre de 1992, hizo del 17 de Octubre el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Este año celebraremos también el 30º aniversario del llamado a la acción del padre Joseph Wresinski—que constituye el pilar del 17 de octubre como Día Mundial para la Erradicación de la Extrema Pobreza —y de su
reconocimiento por las Naciones Unidas como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
El llamado a la acción del 17 de octubre, lanzado hace treinta años, está inscrito en el texto de la Placa conmemorativa en la Plaza de los Derechos Humanos y Ciudadanos de Trocadéro, en París, que se inauguró en
presencia de 100 000 personas: El 17 de octubre de 1987, defensoras y defensores de los derechos humanos y de los ciudadanos de todos los países se reunieron en esta plaza para rendir homenaje a las víctimas del hambre, la ignorancia y la violencia. Reafirmaron su convicción de que la miseria no es una fatalidad y proclamaron su solidaridad con quienes luchan a través del mundo para acabar con ella.
El Compromiso de Acción reconoce el conocimiento y el valor de las familias que viven en situación de pobreza en todo el mundo, la importancia de unirse a las personas más desfavorecidas y de crear una alianza con ciudadanos y ciudadanas de toda condición para poner fin a la pobreza. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo tiene como misión la erradicación de la pobreza y reducción de las desigualdades, por ello, se suma a los esfuerzos nacionales e internacionales.
El tema de la conmemoración de este año nos recuerda la importancia de la dignidad, de la solidaridad y de escuchar a las personas más desfavorecidas. El Compromiso de Acción pone de manifiesto estos valores para luchar y poner fin a la pobreza en todas partes.
Estos son también evidentes en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible que fija la erradicación de la pobreza como el objetivo fundamental y obliga a todos los países a poner fin a la pobreza bajo todas sus formas, mediante estrategias que garanticen el ejercicio de todos los derechos humanos y aseguren que no se deja a nadie atrás. La importancia de sensibilizar al público, de la voz y de la participación activa de las personas que viven en pobreza extrema es reconocida a la vez en el texto de la misma Agenda y en el proceso de las consultas conducidas por las Naciones Unidas que han garantizado que las preocupaciones y prioridades de millones de personas, en particular de las personas que viven en extrema pobreza sean escuchadas y tomadas en cuenta. La participación activa de las personas que viven en situación de pobreza extrema será esencial para el éxito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Debemos buscar que Nadie se quede atrás, por ello recordar que Guatemala es el único país de América Latina donde no se redujo la pobreza, tras evaluar el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, al contrario se incrementó en 7 puntos porcentuales.
- En Guatemala también, la baja inversión social y el modelo económico no han logrado impactar positivamente en la reducción de la pobreza.
- La población en condición de pobreza multidimensional se redujo en los primeros años posteriores a los Acuerdos de Paz de 72% a 58%. Después de 2006, la pobreza se ha incrementado y alcanza a dos terceras partes de la población.
- El 80% de la población indígena vive en pobreza (ocho de cada diez habitantes mayas), como resultado de múltiples privaciones y de la discriminación económica persistente.
- El 76% de las personas no llegan a contar con los recursos económicos necesarios para cubrir el costo de la canasta básica de bienes y servicios.
Estos datos del Informe de Desarrollo Humano 2016 Más allá del conflicto, nos hace reflexionar que es necesario tomar acciones urgente pero también requiere del involucramiento de todos los sectores. El PNUD acompañará a Guatemala en estos esfuerzos para lograr la erradicación de la pobreza.