Cuando las investigaciones antropológicas forenses permiten la identificación de los restos, el Ministerio Público cita a las familias y a las organizaciones legales y antropológicas para hacer la entrega de los restos, con el fin de que las familias entierren a sus seres queridos.
Queda nuevamente a cargo de las organizaciones de acompañamiento legal preparar las actividades y proveer los recursos para realizar las ceremonias de un entierro digno, de acuerdo con las costumbres locales de las familias.
Desde 2007, el CICR ha observado que, a pesar de que en muchos casos se realizan todas las gestiones, las inhumaciones deben esperar por falta de recursos económicos para comprar los osarios y el material ceremonial y para pagar el transporte y la alimentación de las familias.